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Interludio (Poesie)

Dagoberto Santillana | | Artikel drucken
Lesedauer: 4 Minuten

Los días dejaron sus huellas

en quién fui en los ayeres

o en quién soy en el presente

y seré en el tiempo por venir.

 

Día de días con experiencias

que me abrieron los ojos

para tratar de no volver

a ser ingenuo o iluso,

 

confiado, otra vez pese

a las condiciones dadas

que hay que tener en cuenta

cada vez que hay que actuar:

 

por doquier hay gente mala,

hipócrita o malpensada,

gente insincera, canalla,

envidiosa o calumniosa;

 

gente dispuesta a causar

cualquier daño o maldad, fealdad,

perjuicio o terribilidad;

gente de mala calaña.

 

(¡Yahveh Dios nos salvaguarde

en todo tiempo, por siempre,

de cualquier mal o trastada

y de Belcebú o Beelzebub.)

 

Día de días con variedades,

días con singularidades,

días con vivencias múltiples

o recordativas gratas.

 

Día de días inigualables,

día de esperanzas cumplidas,

día de amores expresivos,

carnales o espirituales,

 

de amores carnales gratos

de amores de ocasiones,

amores vivos, ardientes,

de coitos inolvidables.

 

Día de días desagradables,

días de hambres intolerables,

días de angustias, padeceres

aflicciones o desastres;

 

días desafortunados, feos;

días de días en que el padrastro

alcohólico borracho

golpeó sin pizca de piedad

 

a su mujer indefensa

y estando embarazada ella

de él en ocasiones varias—

y me golpeó ferozmente,

 

pese a que era menor de edad,

cada y cuando que intervine

para que no la matase,

y ella, en vez de detestar

 

del golpeador embriagado

por la bebida alcohólica,

destestó de mí a veces

(“¡Qué gran hijo de puta eres!”).

 

Días de días desventurados,

días de dos guerras civiles

días después de un terremoto

que destruyó la capital

 

del país donde un día nací

y que le causó la muerte

a aproximadamente

veinte mil seres humanos

 

y mostró la faz grotesca

de la impiedad infame

y la miserabilidad

de gente pobre, deshabida,

 

con un corazón mezquino,

gente que no ayudó

a quiénes necesitaban

ayuda o solidaridad

 

en aquel tiempo terrible;

días después de la erupción

de un volcán negro que emitió

cantidades de cenizas

 

ininterrumpidamente;

día de tritezas inmensas,

día de soledades vastas,

día de ilusiones dudosas:

 

se puede amar y desear

mas es imposible coitar

con cada uno de los seres

amados y deseados;

 

se puede querer evitar

que no se destruya el mundo

o medio ambiente natural

mas es imposible evitarlo

 

los seres humanos mismos

imposibilitan que sea

posible salvar el mundo

o medio ambiente natural:

 

es triste, mas no hay dudas

de que la irracionalidad

vence a la racionalidad:

el ser humano es (muy) necio—;

 

se puede ser optimista

pero la realidad es real

aunque parezca ficticia,

sea ilusoria o fantástica

 

o no tenga una existencia—,

o la irrealidad es irreal

o lo que es lo mismo

la irrealidad no es real,

 

y se imponen los sucesos

o los hechos por desgracia,

desafortunadamente,

en definitiva y siempre …

 

se puede ser pesimista,

suponer que el mundo caerá

a pedazos fatalmente

o que suderá algo peor,

 

y es seguro que no falta

una tabla de salvación

aún la muerte es un recurso

para salir de un aprieto.

 

Los días dejaron sus huellas

en quién fui en los ayeres

o en quién soy en el presente

y seré en el tiempo por venir.

 

(1995)

 


Bildquellen: [1-3] Quetzal-Redaktion, gt

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