En Octubre 2014, QUETZAL obtuvo la oportunidad de realizar una entrevista con Rulli Aguirre, miembro de la Comunidad Indígena El Infierno (Madre de Dios/Peru) y Gerente General de la empresa “Responsible Bawaaja Expeditions”. Aquí presentamos la entrevista, que por motivos de edición fue ligeramente abreviada.
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Su comunidad indígena tiene el nombre El Infierno. ¿cómo llegaron a ponerle ese nombre?
Existen varias teorías, una de las teoría es que antes, la comunidad fue colonizada por misioneros. Por estos lugares vivían mis abuelos, mi mama. Cada vez que venían los misioneros traían muchas enfermedades, por ejemplo el sarampión. En aquellos tiempos no había cura para ésta enfermedad. Y como la gente sentía calor y fiebre las personas se arrojaban al agua para disminuir la temperatura pero ellos se ahogaban y sus cuerpos muertos aparecían flotando. Después venían los misioneros veían a los muertos amontonados por la gente y al ver esta escena los curas exclamaron esto parece un ” infierno”, esa es una de las teorías.
¿Y la otra teoría?
La otra teoría es que por este lado hay una quebrada llamada infierno. Por ese lado había un bosque de bambú, y este cruzaba lado de espinas y lianas y era un lugar horrible.
¿Desde cuándo la Comunidad está reconocida por el Estado e inscrita en el registro de comunidades nativas?
Desde 1976 está reconocida como Comunidad nativa.
Y desde entonces, ¿qué se ha cambiado para la comunidad nativa?
En este tiempo había un gobierno militar y teníamos que permanecer en un solo lugar para obtener una posición de un terreno, y ese año de 1976 se dio el reconocimiento con el título del Ministerio de Agricultura para la comunidad de 9558 hectáreas. Pero ese era un porcentaje se decía que era pequeño. Entonces, se preparaba unos documentos para hacer una ampliación, pero no se podía realizar porque ya existía la Reserva Nacional de Tambopata que colindaba con nosotros.
Es decir que ustedes tenían cierta seguridad de su terreno pero a la vez ustedes estaban prácticamente limitados al querer realizar alguna actividad. De ahí llego el año 1996. ¿Qué pasó en ese año?
Ese año yo creo que fue un punto muy importante para la comunidad ya que incursionó en un nuevo negocio que es el ecoturismo. Se hizo un convenio con una empresa privada llamada Rainforest Expedition y se firmó un contrato por un período de 20 años. En ese entonces, al comienzo no había una aprobación del 100 por ciento de la comunidad. Siempre hubo un desacuerdo en ese tema, pero se llegó a un acuerdo con la empresa privada mediante el cual el 60 por ciento de las utilidades eran para la comunidad y un 40 por ciento para la empresa privada.
La comunidad tiene el poder de decidir que hacer con el 60 por ciento de sus utilidades, para ello se decidió escoger a cinco miembros de la comunidad. A ellos se les denominó, primero comité de control. Ahora se llama comité de gestión. Ellos llevan la voz de la comunidad, ellos negocian o hacen contratos con la empresa privada.
Hablando de turismo, ¿cuáles son las actividades económicas mas importantes aquí?
Las actividades que se vienen realizando en la comunidad es la pequeña agricultura, en la cual cada comunero trabaja la tierra y siembra plátano o yuca para su sustento diario. Pero la economía de la comunidad en general, es el ingreso que se genera través del turismo.
Eso serían dos flujos económicos, uno para cada comunero que es la agricultura a pequeña escala y otro flujo para la comunidad es el turismo. Con todos esos ingresos hacemos todas las cosas dentro de la comunidad.
¿Cuántos turistas vienen al mes?
Es entre 5000 o 6000 turistas anuales que llegan y en el promedio de 300 a 500 turistas mensuales – en una temporada alta entre mayo y octubre. En los demás meses es de temporada baja con poca afluencia de turistas.
¿Cuáles son los planes para el futuro con el turismo u otros proyectos?
Nuestro plan es seguir desarrollando el ecoturismo como una actividad alternativa. La comunidad está desarrollando ahora el turismo vivencial en el centro Ñape. Y existen emprendimientos familiares que también ofrecen el turismo vivencial y también algunas actividades que se relacionan con la flora y fauna. La comunidad va a seguir implementando más actividades turísticas; asimismo, en los planes está hacer una piscigranja. Estas actividades se enfocan en los jóvenes con el fin de que éstos lleguen a administrar y hacer sus actividades dentro de este proyecto. Este proyecto de piscigranja se ha planteado con el gobierno y la comunidad, y el fondo Ítalo-Peruano nos está apoyando.
Otro de los proyectos que se tiene planeado implementar es una museografía dentro de la comunidad y también promover la artesanía realizada por los miembros de la comunidad. Ya tenemos un local y solo falta implementarla.
¿Cómo ven su desarrollo aparte del turismo?
Aparte de desarrollar el tema turístico se ha planteado también otras actividades en la agricultura. Hay proyectos en cuanto a la producción de cacao, mejorar el producto del plátano, mejorar la producción de cítricos. Actualmente se está apoyando en este aspecto a unos comuneros. Poco a poco se viene desarrollando este tema porque se va desarrollando cada año de cinco a diez familias.
La comunidad también cuenta con un fondo para apoyar a los comuneros cien por ciento en la agricultura. Este fondo es rotatorio, tiene un período de devolución de dos años, el primer año no se paga nada pero a partir del segundo año ya se empieza a pagar todo, esto con el objetivo de beneficiar al resto de los comuneros. Esto se ha desarrollado para una mejor agricultura en la comunidad. No se debe sembrar una extensión grande, solo se siembra un producto como la papaya o el arroz. Con la mejora de la calidad puede sembrarse en una hectárea diferentes tipos de productos con la técnica de la agroforesteria. Esto viene desarrollándose en la comunidad, pero no en un cincuenta por ciento, sino solo a un quince o veinte por ciento.
¿Cómo apoya la comunidad a sus comuneros con los ingresos?
Las utilidades se reparte cada año. Primero debemos poner dinero en los rubros más importantes como la educación, la salud, la asistencia social, especialmente la para los niños y los comuneros mayores de sesenta años.
En educación, si un comunero no tiene suficiente dinero puede solicitar un préstamo. La comunidad se lo otorga si va a estudiar en un instituto para un período de tres años y si el estudio es en una universidad depende de la carrera. La comunidad le puede apoyar en pagar sus estudios completos, y ellos deben rendir en forma académica. Luego de terminar su carrera y empezando a trabajar deben devolver el dinero para que otros jóvenes usen ese dinero para la educación de ellos.
Otro tema es el de la salud. Por falta de dinero, un comunero puede solicitar un monto de hasta 3000 Soles o también pueden pedir un adelanto.
Por último, hay la asistencia social que es para los comuneros mayores de sesenta años. Esos son los tres rubros importantes en que la comunidad destina su dinero de las utilidades que viene del turismo.
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La segunda parte de la entrevista se encuentra aquí. Die deutsche Version des Interviews finden Sie hier.
Bildquellen: [1]-[4] Quetzal-Redaktion, ssc