el miedo es hermano gemelo de la angustia, cuya madre es la ansiedad.
[la ansiedad
desvela
y
es
deseo
]
La angustia no es cosa de juego, no es ponerse a rimar unos versos valiéndose de una bonísima colección de diccionarios especializados. La angustia es una aurora sin tonos y sin colores. No puede ser obscura y es terca. Es un tesoro oculto en una caverna o un dolor tremendo en los intestinos. La angustia puede ser una bomba atómica y unos micos como deidades; ¡ah!, pero deidades cuyos rostros son horrorosos y cuyas cualidades son terribles. Un matemático la definió como la inversa de una integral que no tiene solución.
el miedo es dual. Su dualidad irrita. Puede ser desasosiego.
[el desasosiego
carcome
las entrañas
en tiempos
de terror
]
El desasosiego es el violador de la quietud y, también, de la tranquilidad. Hubo quienes se quitaron la vida poseídos por el desasosiego.
el miedo tiene origen real o imaginario.
Un miedo real es el que experimenta quién cometió una traición y tiene escrúpulos todavía de ser desenmascarado en el transcurso de una situación
o el que se tiene cuando se sufre de claustrofobia por la permanencia en un lugar cerrado, por ejemplo: la caja del ascensor que se dañó y quedó detenido en algún sitio del hueco del ascensor
o el que vive quién tiene pesadillas horrorosas o quién se caracteriza por la cobardía y le asaltan en una calle obscura o quién padece de esquizofrenia y no quiere que la amante le abandone o quién teme de todo y se le envió a la guerra o quién agoniza y no quiere morir
o el que martiriza a quién desconfía de sí mismo por esto y por lo otro
o el que deviene a causa de una catástrofe natural —
Un miedo imaginario es aquel que determina la fantasía a quién no se siente seguro en cualquier lugar
o perdió el juicio y le atormentan enemigos inexistentes o fantasmas increíbles
o cree que en la obscuridad de la noche vendrá Belcebú y le hincará el culo con una horca de tres puntas
o vendrán zombis con cuerpos de elefantes y harán de él chicharrón
—
el miedo es feo:
cuelga de unas vigas de madera (las vigas de madera son partes de una casa que poco a poquito viene al suelo) en el cuadro de un pintor;
es una circunstancia desfavorable para quién vuela en un avión a siete mil metros de altura y éste tiene un problema serio con uno de los motores o se introduce en una bolsa inmensa de aire cuya presión hace saltar unas de sus alas o es secuestrado por terroristas crudelísimos y uno de estos seres infames, debido a la actitud tonta de un pasajero impertinente cuyo empleo lo tiene en la policía o el ejército, explota una bomba;
alcanza las dimensiones de los escrúpulos en el casado infiel puritano religioso, que teme de que se descubra su falta de fidelidad;
—
el miedo tiene para el lingüista sinonímico una misma o muy parecida
significación que
temor
pavor
recelo
rescoldo
apresión
cuidado
sospecha
terribilidad
aterración
horripilación
horridez
medrana
pánico
canguis
canguelo
julepe
jindama
pavor
pavidez
pavura
mieditis
espanto
asombro
terror
alarma
horror
susto
sobresalto
sorpresa
repullo
turbación
aprensión
espantada
rebato
amedrentamiento
turbación
desaliento
sobrecogimiento
amilanamiento
acoquinamiento
timidez
recelo
temblor
pusilanimidad
grima
cobardía
asco
cerote
desconfianza
alarma
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Bildquelle: [1] Quetzal-Redaktion, gt