el tiempo es un fantasma, un ladrón (un ladrón de pasatiempo), una ansiedad (uno se puede figurar que el tiempo es una ansiedad pendiendo de un hilo).
el tiempo es una abstracción: puede ser una parábola, un hombre o una mujer que espera una carta, unas preguntas, unas arrugas en la piel, una melodía, un vals (quizá uno de la familia Strauß – por ejemplo uno de los „Valses del emperador“ o uno de las „Historias de los campos de Viena“).
el tiempo es el trasegar del perezoso hastío; es un estado anímico. El dibuja incógnitas en el cerebro y soldadi-tos enanos que caminan desesperados en la soledad. Si el tiempo es un deportista, es un deportista que impone nuevas marcas en todas las disciplinas deportivas. En Tenis es el campeón de todas las épocas.
el tiempo es una amante para algunos poetas. El tiempo es un moribundo que se aferra a la vida tercamente, odiando, aborreciendo a la muerte y sus amantes. Empero solamente un moribundo, está muriendo, está próximo a morir, nunca deja de morir y no muere. El tiempo no puede morir. El no existe. El es una idea, es una fantasía. El ha apresado a los seres humanos.
el tiempo no es historia: en el tiempo suceden los hechos históricos que hacen la historia; en el devenir del tiempo se escribe y se narra la historia; con el paso del tiempo la historia se vuelve antañona y los libros de historia en los estantes de las bibliotecas nacionales envejécense y empólvanse y son comidilla de las ratas. Es una lástima que uno no pueda viajar en el tranvía del tiempo y vivir los sucesos que fueron hechos sobresalientes y más tarde pasaron a ser hechos históricos y formar parte de la historia. Me imagino a Aquilés – el personaje predilecto de los poetas griegos – y me lo imagino brioso, dando unas estocadas en el calcañar de Satán; a Dante fumando su cigarrillo elaborado muy finamente con sus amarillas manos, sin poder tener posibilidades de huir de ese su horrífico averno; a Cario Magno iniciando su última expedición militar; a Galileo en plena comprobación de su teoría de gravedad, mientras los necios cuervos de la inquisición sonríense y míranlo con excepcional desconfianza y recelo; a don Cristóbal Colón sentado en una de las bancas de la Plaza España en Cádiz, pensando en si llegará a descubrir las murmuradas nuevas vías hacia la India; a Monsieur Napoleón Bonaparque en la Isla Santa Helena, solitario, sintiéndose repudiado por sus compatriotas y sabiendo que sus días están contados por el cáncer estomacal que padece y no le deja dormir en paz; a Gogol muriéndose hórridamente de la risa mientras lee un cuentito.
„¿Dónde nació la idea del tiempo?“
„¡Nació en Etiopía!“
a mí me gusta el mes de octubre. Octubre es el décimo mes del año y es tiempo, una forma de la representación imaginativa del tiempo. A mí ni me va ni me viene si octubre es tiempo. A mi me gustan los días de octubre porque llueve y llueve. Un aguacero al fenecer la tarde de uno de esos días de octubre es un encanto. En el mes de Octubre nació mi madre.
Ella nació un doce de octubre. El doce de octubre era festejado en mi colegio: ese día se conmemoraba de manera solemne el descubrimiento de América por don Cristóbal Colón y era conocido ese día como el „día de la raza“.
Quisiera ser una posibilidad imposible. Una posibilidad imposible es ser un gusanito y embarazar a la esperanza: una esperanza que se desplaza por los huecos de los poros, los poros de todas las muchachas poetas – las muchachas poetas son muchachas simpáticas aunque su rostro y su cuerpo sean un rostro y un cuerpo nada atrayente; las muchachas poetas son muchachas con alma, muchachas que disfrutan de la palabra, muchachas que conocen la soledad.
ser una posibilidad imposible es ser una sombra invisible y sin ser visto gozar amenas horas con los vagos más letrados del mundo (los vagos letrados del mundo son los buenos poetas que se pasan la vida luchando con la palabra y escribiendo poemas) y los mejores jugadores de tenis que saben ganarse sus grandiosos millones anuales disfrutando de su trabajo.
una posibilidad imposible es no ser destino y curio-siar cuerpos ajenos – cuerpos de señoritas morenas; no ser eternidad y sin molestia leer los libros amados, los poemas releídos hasta el final del tiempo. Es ser olvido, no poseer heridas, tener ojos, ser un párpado. Ser un escondite y darle refugio y calor a los amantes: amantes en la ilegalidad; un millón de jinetes inconscientes y violar placenteramente a la alegría; las rutinas imperecederas de las putas que ya no son deseadas. Es ser un ladrón y robar las pinturas existente de la vieja escuela de pintura holandés del siglo XIV, XV y XVI y esconderlas y mirarlas permanentemente todita una vida. Ser una posibilidad imposible es ser un ser que nace en cada vuelta redondita de la tierra alrededor de la luna y anteceder a los acontecimientos, los sucesos y las miradas.
Me pregunto si el amor es relativo?
el amor posee dones incalculables, ojos que miran lo que otros no pueden mirar. Los ojos del amor son ojos que rompen las barreras del tiempo y traspasan el espacio – aún las puertas registradas del silencio. Los ojos del amor son diluvios de besos, ansiedades, odios, fuegos, soledades de colores que arrastran ilusiones.
el amor no es tiempo.
el amor no es espacio.
el amor no es un adiós.
el amor no es imbécil – aunque los que se amen sean
imbéciles o los que se aman cometan imbecilidades.
el amor es pasión. La pasión de los que aman no es
la pasión del pensamiento – la pasión del pensamiento es la
pasión de la razón.
el amor es una necedad, una sensación, un acertijo,
un dolor de cabeza; es vida – la vida puede ser una puta.
el amor puede ser un silencio (un silencio enmascarado, un silencio sin desquite), una víctima rabiosa (una víctima sin compesación).
el amor puede ser un homicida, un terrible matador sin honor: carcome, desgarra, angustia, seca, desbarata, desoía, agobia, golpea, embobece, enloquece y desilusiona.
el amor no es pecado, pero el amor puede hacer pecar, convertirse en un pecado; no tiene cabida, no tiene reposo, deshonra, escarnece, menosprecia, quema, viola, posee, lía, masturba.
el amor es una lista incalculable de deseos.
el amor es un olor agradable: olor de olores – olor de animalitos del mar.
el amor tiene figura de mujer figura de hombre; sexo de mujer (caracolito) sexo de hombre (serpiente) – caracol y serpiente.
el amor en el hombre joven es sexo inacabable; las erecciones son de grandísimas dimensiones – erecciones soberbias, excelente; una eyaculación es pasión y bautismo -una agonía prematura que deleita. El hombre joven acaricia el cuerpo de mujer y lo descubre, lo compara, lo ambiciona, lo prueba. – El caracol es un misterio y la serpiente deposita sus substancias masculinas en su interior en dádiva a sus poderes terrenales.
el amor en la mujer joven es sueño, arcano, anhelo, sexo, extensivo; las excitaciones son vibraciones, suspiros, violencia; un orgasmo es liberación y confirmación – un itinerario desconocido que agrada. La mujer joven acaricia el cuerpo de hombre y se recrea, lo estimula, lo desea, lo disfruta. – La serpiente es un monstruo y el caracol segresa sus materias para abrirle paso y le entrega sus substancias femeninas en presente a su energía mitológica.
el amor en el hombre adulto es sexo racionalizado, intensivo; las erecciones son estimuladas – erecciones sin premura; una eyaculación es fantasía y reafirmación – una necesidad que fortifica. El hombre adulto acaricia el cuerpo de mujer y lo eleva, lo convierte en montaña, lo venera, lo goza. – El caracol es una deidad y la serpiente derrama sus substancias masculinas en su interior en ofrenda a su divinidad.
el amor en la mujer adulta es fe repetida, ansias, volcanes en erupción, sexo invariable; las excitaciones son éxtasis, quejas, arrebato; un orgasmo es placer y sacramento – una resurrección. La mujer adulta acaricia el cuerpo de hombre y se deleita, lo transforma, lo premia, lo saborea. – La serpiente es un hechicero y el caracol segrega sus materias para serle más placentero y le obsequia sus substancias femeninas en pago a sus encantos.
el amor en el hombre anciano y en la mujer anciana es recuerdo, conversaciones amenas, añoranzas, tiempo; el sexo es un dios olvidado. – La serpiente es un feo animalucho sosegado y el caracol un inatractivo molusco abandonado.
el amor en un hombre mujer joven – adulto – es el amor en una mujer joven -adulto. El amor en una mujer hombre joven – adulto – es el amor en un hombre joven – adulto. Tal amor es natural y su historia es tan antigua como la historia de la humanidad. El amor es principio y final.
Un beso es alegría. Un beso no sólo es alegría, es, asimismo, soledad y puede tener los mismos sentimiento que despierta en el alma la música. Un beso tiene la misma satisfacción que se obtiene al escribir unos poemas – no importa que sean malos, lo que vale es haberlos escritos y pensar que los poemas contienen los mejores versos que se han escrito en todos los tiempos (es un pensamiento que a nadie daña). Un beso es una inyección de vida; es un adiós – siempre se le dice adiós a los amigos y conocidos y desconocidos con la esperanza de volverlos a encontrar. Un beso para un amante es como un cigarrillo para un fumador.
La ansiedad desvela. Algunos opinan que es preferible no amar. Amar es desear con arrebato a una persona. El deseo es ansiedad. La ansiedad es angustia. La angustia no es cosa de juego. La angustia no es ponerse a rimar unos versos con una serie de diccionarios especializados. La angustia es una aurora sin tonos y sin colores. No puede ser obscura y es terca. Es un tesoro oculto en una caverna. Es un dolor en los intestinos. La angustia es miedo. Un miedo feo que cuelga de unas vigas de madera: las vigas de madera son partes de una casa que poquito a poco se vine hacia el suelo. La angustia puede ser una bomba atómica y unos micos como deidades – ah, empero deidades horrorosas. La angustia es una ecuación, una derivada como la inversa de una integral que no tiene solución.
Soy un gran observador de rostros. Me deleita mirar los rostros de la gente cuando caminan por las calles. La gente siempre va de prisa; no mira a su alrededor. Desconfío de los rostros que sonríen y tratan invariablemente de testimoniar siempre una alegría infinita. Esos rostros me dan una hórrida sensación y de una manera inconsciente se me asemejan al rostro de Judas.
El rostro de una persona es un misterio. El misterio del rostro de una persona es el misterio de su personalidad. Conocer parte del rostro de una persona es conocer parte de su personalidad. La personalidad de una persona es imposible conocerla en su totalidad: solamente se conocen rasgos de ella. Nunca se llega a conocer en su completez los rostros de los seres humanos.
Hay personas que poseen dos personalidades. Poseer dos personalidades es poseer dos rostros. Una persona con dos rostro es una persona que no tiene valía. Los hipócratas poseen dos rostros. No sólo los hipócratas poseen dos rostros. Los dirigentes políticos poseen dos rostros. Los rostros de los dirigentes políticos son los rostros de la mercancía política que venden. – Un dirigente político es por definición un hipócrita; un estafador. Un dirigente político es una persona que ejerce una profesión sucia. La política es un negocio sucio.
el rostro de un amante es el rostro de las pasiones que lo embargan. Las diversas pasiones de un amante son pasiones terrenales. Las pasiones terrenales son inclinaciones emocionales. El rostro de un amante presenta una emoción. El rostro de un amante abandonado es el rostro de la angustia o el rostro de la soledad. El rostro de una persona que nunca ha amado es el rostro de la desolación.
La muerte no posee rostro propio. Los rostros de la muerte son los rostros de los finados. El rostro de un finado no refleja la personalidad de su vida pasada; refleja su encuentro con la muerte. El encuentro con la muerte es el encuentro con uno mismo. El encuentro con uno mismo es saber quién fuimos y que ya no seremos.
el olvido es un barco que navega a la deriva en los mares de la nada.
el olvido es huir de la realidad. Olvidar es sepultar un fragmento de la memoria: un fragmento es un recuerdo y un recuerdo es vida – sepultar un recuerdo es sepultar una parte de la vida.
el olvido es una vieja modorra; es el perdón de los pecados ocultos; no es romántico; no posee resacas.
el olvido es un llanto; un niño que corre por las calles húmedas del rocío del otoño; un viejo que descansa eternamente; un hastío que no es monotonía ni soledad ni repugnancia; una ola que rompe en la costa; unas presencias indefinidas; una ceremonial puntual; un rito ancestral y único; una música inteligible.
el olvido es amigo del tiempo, empero el tiempo no es olvido. El olvido usufructúa al tiempo. El tiempo no posee al olvido. El itinerario del olvido es antojadizo. El secreto del olvido roe los pormenores, destruye murallas fortificadas y rompe cadenas. El secreto del olvido no está resguardado en las enciclopedias ni está mojado por tempestades. El secreto del olvido es el secreto de los muertos. La existencia es una forma muy peculiar del olvido.
La música no sólo es melodía y armonía – aisladas y combinadas. La música es una pasión del alma. Toda generación tiene su propia música con la cual se identifica. La identificación de las generaciones con un tipo de música es la identificación del alma con el ritmo. A mí me gusta la música clásica. En sus orígenes el vals no fue en el estricto sentido de la palabra una música clásica. El tiempo ha hecho clásico a los valses. A mi me encantan los valses de la familia Strauß. También me deleita escuchar las operetas. La vida es una opereta: una ópera corta y ligera. Todos los seres humanos viven un drama. Ese drama puede ser trágico o cómico. El ritmo de los tiempos le pone la música.
El espacio armoniza al compás del universo terrestre: de lo que a diario nace, vive, nada, gira, rota, camina, palpita, transcurre, muere.
el espacio es continente de los objetos sensibles; es sitio; es lugar; es un molusco indescifrable; es soledad: una soledad inmensa de agua, tierra, animales, seres humanos, encantos; una soledad diminuta repleta de misterios, desamores, odios, lejanías.
el espacio puede ser una amante – una amante de caderas suntuosas; un río lleno de pescaditos amarillos, anaranjados, negros; un lago – el lago más grande de Nicaragua, el lago Cocibolca, un lago con tiburones (él único lago en el mundo que tiene tiburones); una pintura de Pieter Bruegel (el viejo) – una que cuelga en el museo de Brúcelas y se llama „EI censo de la población en Belén“ (en „El censo de la población en Belén“ el blanco blanquísimo de la nieve contrasta encantadoramente con los colores opacos de las indumentarias de los personajes que acuden a censarse y los niños y las niñas que juegan sin ser interrumpidos).
El espacio y el tiempo no son hermanos gemelos. El tiempo es perecedero – los seres humanos lo inventaron y su destino es el de ellos (lástima que yo no escucharé al tiempo gritar sus hijueputasos coléricos acosado por el dolor ni lo veré agonizar ni estirar sus indescriptibles pies en su abandono, porque la muerte es abandono) – El espacio es perdurable (siempre existió y existirá más allá de los seres humanos). El espacio y el tiempo son relativos; poseen artículo determinado en género masculino; ellos existen en los tedios y recuerdos, las tristezas y alegrías: transcurren, cansan, agobian.
El espacio no puede ser violado por el tiempo: el tiempo no posee sexo. El tiempo como un escorpión maldito que deambula por los pasillos del espacio es una prostituta descarada, ambidextra; una prostituta que baila canta y aterroriza con su sexo: sexo que no es un caracolito en el interior de una ola que tira el mar en su fastidio; sexo que es infierno habitado por los seres grotescos del cuadro del juicio final de Hierony-mus Bosch. El espacio como un panorama mitológico en los resquicios del tiempo es un azul multiplicado en los demás colores; un azul amante de un amarillo diáfano, pulcro – no un amarillo claro de luna ni un pobre amarillo limpio – un amarillo que son todos los amarillos amarillos.